Cartelera de Mensajes

Objetivos

  • Hacer una cartelera para conocernos e interactuar entre todos por medio de mensajes positivos.
  • Tomar conciencia de los valores y cualidades que los demás ven en nosotros.
  • Valorar los aspectos positivos de los demás y aprender a expresarlos.

Materiales

  • Placa de madera.
  • Cola para pegar.
  • Trincheta.
  • Corchos de botellas de vino.
  • Cartelitos con los nombres o fotos de todos los integrantes del grupo.
  • Marcadores y papeles de colores para dejar mensajes.
  • Papeles para realizar los sobres.

Apertura

Comenzamos nuestro taller saludándonos con alegría y haciendo juntos un “Momento de Encuentro” que nos disponga a participar de la actividad. Nos sentamos con la espalda derecha, hacemos respiraciones completas y profundas, y siguiendo algunas consignas sencillas, nos relajamos y nos disponemos para jugar.

Desarrollo

Nos sentamos haciendo una ronda en torno a los materiales necesarios para este juego. Nos disponemos a hacer entre todos una cartelera sobre el pedazo de madera, siguiendo las siguientes instrucciones:

  • Buscamos los corchos y los cortamos en pequeñas rodajas.
  • Pegamos los círculos de corcho sobre la madera, cubriéndola totalmente, así como se indica en la ilustración 1.
  • Le ponemos unos ganchitos por detrás, de manera que podamos colgarla en alguna pared del salón en el que nos reunimos.
  • Pegamos en la cartelera una foto o un cartel con el nombre de cada uno de los participantes del taller de juegos.

  • Cada uno hace su propio sobre de papel, partiendo del recorte de un corazón y plegándolo, así como se indica en la ilustración 2.
  • Decoramos y pintamos los sobres, personalizando el de cada uno.
  • Debajo de la foto o cartel de cada uno, colocamos el sobre de papel.

 

Contemplamos entre todos la cartelera que hicimos y les explicamos de forma simple y sencilla la manera en la que vamos a utilizarla a lo largo de todo el taller de juegos.

Esta cartelera puede permanecer todos los días de juego a disposición de los participantes. Los moderadores también podrán dejar comentarios y mensajes en los sobres de cada uno.

Cierre

Entre todos acordamos algunas reglas para la utilización de la cartelera:
– No colocar mensajes negativos o palabras ofensivas.
– Revisar todos los días el propio sobre para “recibir” los mensajes de los demás.
– Escribir y dejar mensajes al resto de los compañeros.

 

Recibir y compartir mensajes positivos y desde el amor es siempre muy alentador y constructivo y nos ayuda a crecer contentos. Los sobres de nuestra cartelera serán el lugar para acobijar todos esos comentarios de los amigos y compañeros.
Todas las veces que vengamos a jugar, podremos dejar en los sobres de los compañeros algún mensaje positivo, que lo alegre y motive para seguir creciendo y jugando. Pueden ser valoraciones por algún aporte que realizaron en el grupo durante la actividad, cualidades o aspectos positivos que quieran resaltarles, agradecimiento por alguna actitud que tuvieron hacia nosotros, etc.

 


Es importante que los moderadores estén atentos para que todos los participantes cuenten con mensajes en la cartelera. En caso que los participantes aun no hayan adquirido la lecto-escritura, reemplazamos los mensajes escritos por dibujos.

A tener en cuenta al momento de la confección de la cartelera:
Al comenzar el ciclo del taller es muy importante que todos los niños conozcan sus nombres y los recuerden. Esto sin duda favorecerá las integración, y la constitución del grupo. Ayuda a crecer en el sentido de pertenencia y fomenta un intercambio responsable y respetuoso.
Enseña a DAR y RECIBIR. Promueve una valoración del otro y la expresión positiva de sus cualidades y talentos; ayuda a crecer en la propia autoestima al recibir con alegría la valoración y el cariño de los demás.

El volcán de mis emociones

Objetivos:

  • Hacer juntos la maqueta de un volcán y representar una erupción por medio de un experimento.
  • Identificar las erupciones de los sentimientos de enojo, frustración y rabia y encontrar maneras positivas de expresarlos.

Materiales:

  • Arcilla, masa o plastilina
  • Un tubo de ensayo o cualquier recipiente parecido.
  • Bicarbonato de sodio
  • Vinagre
  • Detergente líquido.
  • Colorante para comida de color rojo (opcional)

Apertura:

Nos disponemos para participar de la actividad, con un “Momento de Encuentro” en el que cada uno pueda entrar en contacto consigo mismo y su mundo interior. Hacemos ejercicios de relajación por medio de la respiración y movimientos que nos ayuden a aflojar las tensiones del cuerpo.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y miramos fotos o dibujos de volcanes.

Un volcán es una formación geológica con forma de colina o montaña constituida por el material del manto forzado por las aberturas o ventilaciones de corteza de la Tierra. En la cima o la parte más alta del volcán se encuentra un cráter o caldera por donde se expulsan los materiales en erupción: magma, lava, cenizas y gases volcánicos.
Las erupciones tienen un carácter violento y destructivo de diferentes magnitudes pero siempre sumamente sorprendente.
Los volcanes se clasifican de tres maneras de acuerdo a la frecuencia con la que hacen erupción: los volcanes activos (entran en erupción continuamente), volcanes dormidos (no tiene erupciones desde más de 2000 años) y los volcanes extintos (son aquellos que fueron activos pero nunca más van a entrar en erupción).

Entre todos, con la arcilla, masa o plastilina, hacemos la maqueta de un volcán.
-Amasamos y modelamos la figura de un volcán.
-Colocamos el tubo de ensayo en el interior del volcán introduciéndolo desde la parte superior hacia abajo, de manera que simule una chimenea o el conducto del volcán.

Cuando tenemos la maqueta terminada, simulamos una erupción, añadiendo al tubo dos cucharadas de bicarbonato de sodio, una cucharada de detergente líquido, colorante… ¡y finalmente agregamos 30 o 40 ml de vinagre!

Compartimos la experiencia de la erupción que simulamos y pensamos en situaciones de nuestra vida cotidiana que sean parecidas o análogas a un volcán en erupción.

-¿Qué cosas nos hacen explotar?
-¿Cómo ventilamos nuestras emociones cuando nos enojamos, nos frustramos o nos sentimos angustiados?
-¿Con qué tipo de volcán nos identificamos cuando algo nos da mucha bronca?
-¿Cuáles son las consecuencias de nuestras erupciones o ataques de bronca?

Cierre:

Pensamos otras maneras de ventilar nuestras emociones, que no sean tan destructivas o violentas como las erupciones. Hacemos una lista con las opciones propuestas entre todos, y cada uno elige la que quiere poner en práctica, como una opción diferente, la próxima vez que se enoje o quiera manifestar sus emociones.

Este experimento lúdico nos ayuda a reflexionar sobre la manera que reaccionamos cuando nos enojamos o cuando algo nos da mucha bronca. A su vez nos permite evaluar las consecuencias de nuestras erupciones, y encontrar una manera alternativa de expresar los sentimientos sin violencia.

¡Cuántas cosas lindas!

Objetivos:

  • Estimular el desarrollo de la autoestima, ejercitando la capacidad de dar y recibir elogios.
  • Descubrir la importancia de hacernos sentir valiosos unos a otros.

Materiales:

  • Hojas blancas: una para cada uno de los chicos participantes.
  • Elementos para escribir.
  • Música

Apertura:

Nos disponemos para jugar tomándonos un tiempo para el “Momento de Encuentro”. Podemos hacerlo escuchando una música y moviéndonos suavemente al compás, respirando muy profundo, como queriendo encontrar dentro de nosotros un espacio interior muy valioso que necesita ser oxigenado.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y entregamos a cada participante una hoja en blanco.
Cada uno escribe en el margen superior de la hoja su nombre, con letra bien clara.
Cuando empieza la música (elegimos una música tranquila que ayude a generar un clima de silencio), las hojas comienzan a rotar hacia la derecha. Cada uno al recibir la hoja del compañero de al lado, mira el nombre del dueño de la misma y escribe abajo algo lindo que quiera decirle, algo valioso en relación con su forma de ser, con sus capacidades, con su presencia dentro del grupo. Al terminar doblamos la hoja y a una señal, volvemos a hacerla rotar hacia la derecha, repitiendo el mismo procedimiento. La rotación sigue hasta que cada hoja vuelve a manos de su dueño. Antes de desdoblarla para leer todo lo que escribieron los demás, cada participante debe escribir en una frase algo lindo y valioso que descubre en sí mismo.

Cierre:

Cada uno despliega su hoja y lee pausadamente lo que los demás escribieron.
Compartimos juntos:
-¿Cómo me sentí al hacer la actividad?
-¿Me resultó fácil o difícil encontrar cosas lindas en los otros?
-¿Cómo me sentí al leer todas las cualidades lindas que los otros ven en mí? ¿Me animo creerlas?


¡Tenemos que escribir con letra clara, de manera que puedan leer con facilidad lo que queremos decir!

Este juego estimula la autoestima y la valoración de cada uno. Nos ayuda a descubrir la importancia de decirnos cosas lindas, de elogiarnos y estimularnos entre nosotros.

El escultor

Objetivos:

  • Detectar y actuar situaciones de discriminación y burla, y reflexionar sobre ellas.
  • Analizar y ensayar movimientos alternativos que puedan revertir situaciones negativas.
  • Tomara conciencia del protagonismo de cada uno en la resolución de los conflictos.

Materiales:

  • Marcadores, lápices.
  • Papeles.

Apertura:

Nos disponemos a participar de la actividad, promoviendo un “Momento de Encuentro” que nos ayude a participar de manera más activa y creativa, y a disfrutar del momento del juego.

Desarrollo:

Nos dividimos en grupos. Cada grupo debe elegir a uno de sus miembros para que desempeñe el rol de “escultor” y pensar alguna situación grupal conflictiva de discriminación o burla, con la cual se sientan identificados.
El “escultor” modela la escena, ubicando los cuerpos de sus compañeros para representar esa situación, enfatizando las posibilidades expresivas de los gestos de cada uno; ensamblando y relacionando a todos los miembros del grupo en una estatua única. Al terminar, deja la escena como congelada en una postura y expresión, como si fuera una foto estática.

Los demás grupos, observan la “escultura” tratando de identificar qué es lo que está pasando en esa situación. En un papel, escriben los posibles nombres que le darían a esa escultura.
Cuando todos los participantes hayan elegido un nombre para la escena, se da la señal de “acción” para dar vida a la estatua. Esta empieza a moverse actuando la situación y dramatizando la escena del conflicto. A los pocos minutos se da la señal de “alto” y la escena vuelve a congelarse en una nueva construcción.

Entre todos reflexionamos sobre lo ocurrido y leemos los nombres escritos para ver si coinciden o no con la situación actuada cunado la escultura se puso en movimiento.
Nos preguntamos:
-¿Qué conflictos representa esta escultura?
-¿Coincide la escena con el título que le pusimos?
-¿Cómo se estarán sintiendo cada uno de los personajes de la escultura? ¿Qué estarán pensando?
-¿Qué opinan de los conflictos aparecidos? ¿Fueron situaciones que suelen ocurrir? ¿Cómo se sienten cuando esto pasa?
-¿Podemos hacer algo para cambiar estas situaciones?

Cierre:

La discriminación golpea en nuestra autoestima y nos hace sentir muy mal. Todos salimos perjudicados de estas situaciones. ¿Podemos hacer algo para revertirlas? ¿Qué movimientos son necesarios para transformar la burla y el desprecio en una escena más constructiva? ¿Cuál es el aporte personal que se le ocurre a cada uno?

 

Dos o tres voluntarios se ofrecen para colaborar con el escultor en una nueva escultura, que refleje una posible solución al conflicto.

Este juego pone en escena a través del lenguaje corporal y teatral, situaciones conflictivas de discriminación en nuestra vida cotidiana, que perjudican nuestra autoestima; propone una manera activa para evitarlas y transformarlas, y concientiza acerca del protagonismo de cada uno para un cambio positivo en el grupo.

Dibujo colectivo

Objetivo:

  • Valorar la importancia del trabajo grupal y el aporte de cada uno en un equipo realizando entre todos un dibujo de una misma situación.
  • Reflexionar acerca de las situaciones que nos ayudan a crecer en la autoestima
  • Enriquecer las relaciones entre el grupo.

Materiales:

  • Un marcador por equipo
  • Cartulinas u hojas grandes.

Apertura:

Nos disponemos a jugar dedicando los primeros diez minutos para un “Momento de Encuentro”, en el que podamos relajarnos y respirar hondo, encontrarnos con nosotros mismos para poder tener un encuentro enriquecedor con los demás.

Desarrollo:

Formamos equipos de aproximadamente cuatro participantes. Cada equipo se forma en fila, un equipo junto al otro. Se le entrega un marcador al primero de la fila de cada equipo.
Cada equipo deberá dibujar alguna situación que nos ayuda a crecer en la autoestima, con la participación de todos sus miembros.

Frente a cada equipo, a unos siete o diez metros, se coloca una cartulina. El juego comienza cuando el moderador da una consigna. El primero de cada fila corre hacia la cartulina que tiene en frete de su equipo con el marcador en la mano y comienza a dibujar la situación. Después de unos diez segundos, el moderador grita “¡Ya!”, y los que estaban dibujando corren a entregar el marcador al segundo de su fila, que rápidamente corre a continuar el dibujo de su equipo.
Cada participante deberá correr dos veces, y una vez que hayan terminado los dos turnos de cada uno, se da por terminado el juego.

Cierre:

Cada equipo mira su dibujo y analiza la producción final de su equipo.
-¿Qué intentó dibujar cada uno?
-¿Qué situación terminamos dibujando entre todos?
-¿De qué manera esta situación nos ayuda a crecer en la autoestima?

Este juego nos ayuda a interactuar y a fortalecer las relaciones grupales, mientras reflexionamos sobre el valor de la autoestima. Ejercita nuestra capacidad de adaptar una idea inicial y someterla a los cambios de una propuesta grupal.

Parafraseo

Objetivos:

  • Conocer y reconocer el parafraseo como técnica de comunicación en la vida cotidiana.
  • Ejercitar la comunicación, aprendiendo a decir las cosas utilizando frases positivas.

Materiales:

  • Una canasta con papeles escritas con distintas frases (Damos algunas frases a modo de ejemplo. Es importante que las frases estén escritas en el lenguaje habitual de los participantes)
  • Una cartulina o papel afiche.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda. Cada uno saca al azar un papel que contiene una frase. Y la lee sin que los demás la vean:
-Un hijo enojado le dice a su padre:
¡Vos sos siempre el mismo! No entendés nada de lo que me pasa y arruinas todos mis programas.
-Una amiga le dice a su mejor amiga:
¡No seas tonta! No te dejes maltratar por Enrique que es una mala persona.
-Dos amigos conversan:
No lo invitemos a Javier a salir con nosotros. Es un mal educado y siempre tenemos problemas con él.
-Una profesora le dice al alumno:
¡Siempre te sacas malas notas! ¿No te da la cabeza para hacer bien el ejercicio?
-Dos hermanas:
¡Vos siempre sos la misma desconsiderada! Me usas mis cosas y me las dejas tiradas y sucias…
-Dos amigos que están peleados:
¡Todo lo que decís es mentira! Ni siquiera vos sabés lo que estás diciendo.
-Dos amigas enojadas:
¡Vos tenés la culpa de todo lo que pasó! Sos una agresiva y desubicada.
-Un amigo en una reunión:
¡Esta reunión es aburrida! No sé para qué viene a estar con ustedes.
-En un partido de futbol:
¡Este equipo es un desastre! No sabemos hacer nada.
-Una hija le dice a su madre:
Todo lo que me decís es ridículo. Yo puedo ponerme la ropa que se me antoja.

Cada uno tiene que actuar la situación que le tocó, y repetir la frase en vos alta, acompañándola con algún gesto. El resto del grupo escucha, y de manera espontánea van respondiendo a esa frase como si fueran los interlocutores. ¿Qué es lo que nos sale responder cuando alguien nos habla así?

Por ejemplo:
Una hija le dice a su madre:
Todo lo que me decís es ridículo. Yo puedo ponerme la ropa que se me antoja.
¿Qué contestará la madre ante esa frase?:
“Igual no te vas a poner esa ropa y te quedás sin salir”.
Reflexionamos sobre el impacto que nos causan las frases formuladas con palabras agresivas, provocadoras o hirientes, y aprendemos a decir las mismas cosas usando la técnica del parafraseo.

El “parafraseo” es una técnica de comunicación, en la que cada uno tiene que volver a decir un mismo concepto, utilizando frases diferentes, evitando expresiones negativas o palabras descalificadoras, agresivas o hirientes.

 

Uno a uno, volvemos a repetir las frases intentando encontrar “otra frase” más positiva con la que podamos expresar el mismo concepto. Por ejemplo:
En un partido de futbol:
¡Este equipo es un desastre! No sabemos hacer nada.
Parafraseo: ¡No estamos jugando bien! Concentrémonos en el juego y que cada uno haga lo que mejor sabe hacer…

Cierre:

Pegamos todas las frases en una cartulina, y escribimos al lado las paráfrasis en positivo. Entre todos evaluamos cuál de las dos maneras de decir las cosas es más eficiente y puede ser escuchada mejor por el receptor.

Este juego promueve una forma de comunicación positiva. Propone una manera diferente de comunicarnos, reemplazando las frases agresivas o negativas por elementos de comunicación positivos y ejercita la empatía y el respeto.

Dilemas morales

Objetivos:

  • Desarrollar el juicio crítico frente a diferentes dilemas morales.
  • Valorar el debate y el discernimiento como elementos indispensables para actuar con responsabilidad.

Materiales:

  • Un tablero de juego con escalas del 1 al 10, como se muestra en la imagen.
  • Diferentes dilemas para debatir en el grupo.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos ponemos en ronda y presentamos en el medio el tablero de juego, así como está propuesto en la imagen.

Nos dividimos en tres grupos. Cada grupo tiene una ficha de color que lo identifica. Se colocan todas las fichas en el casillero de salida.
Entregamos a cada grupo un caso para el debate y el análisis. Todos los casos encierran un dilema moral que tendrán que dilucidar entre ellos, arribando a una respuesta.
Después de un tiempo acordado de análisis, cada grupo presenta el caso a los demás, y expone su respuesta fundamentándola. El resto de los participantes evalúa la respuesta dándole un puntaje del 1 al 10 en la escala del tablero que presentamos.
Ese grupo, hace avanzar su ficha en el tablero según el puntaje que el grupo otorga a su respuesta.

Caso 1:

Federico estaba trabajando en su oficina. De pronto suena su teléfono y le avisan que su hijo mayor tuvo un accidente y está internado gravemente en un hospital. Rápidamente toma su auto y se dirige hacia el hospital pero se encuentra en el camino, una manifestación que detiene el tráfico. La única salida que encuentra es ir por una calle a contramano, con el peligro que implica, poniendo en riesgo su vida y la de los demás.
¿Qué debería hacer Federico?

Caso 2:

Un grupo de amigos salen de una fiesta de madrugada. Pablo, uno de los amigos se excedió en el consumo de alcohol y apenas se puede mantener en pie. Se sube a su moto para volver al pueblo, y se ofrece a llevarla a Teresa. Teresa se niega, viendo el estado de ebriedad de Pablo y se vuelve caminando con sus otros dos amigos.
Francisco le dice a Teresa: -Estuviste muy bien en no volverte en la moto con Pablo. Estaba borracho.
-Ni loca me subo en la moto de alguien que tomó tanto…, respondió Teresa.
-¿No deberíamos haberle prohibido ir en moto? ¡Es un peligro! Dijo Juan, que hasta el momento se mantenía callado.
-Es imposible… la única manera hubiera sido robarle las laves. Pero yo no hago esas cosas, dijo Francisco.- A lo mejor terminábamos presos.
-Tendríamos que haber llamado a sus padres para contarles el estado en que estaba Pablo…, dijo Juan, como preguntando.
-¿¡A los padres?! Pero… ¿vos estás loco? Lo último que haríamos es delatarlo frente a los padres.
¿Cómo deberían haber obrado los tres amigos?

Caso 3:

Marcela sabe que su íntima amiga, Sofía, suele robar dinero de los bolsillos de las camperas de los amigos, porque la vio hacerlo varias veces. Como es su mejor amiga, no está dispuesta a delatarla ante nadie. En dos ocasiones, se animó y le sacó el tema y pudieron conversar de lo que le estaba pasando. Sofía le explicó que lo hacía porque sus padres estaban en graves problemas económicos y no le podían dar ni una moneda para el transporte. Marcela, que es una buena amiga, prometió que no iba a decirle nada a nadie.
¿Qué debe hacer Marcela para ayudar a su amiga?

Una vez que todos los grupos expusieron la respuesta a su caso y obtuvieron el puntaje del resto del grupo, conversamos entre todos, intentando alcanzar la solución para cada caso, a la que todos podamos adjudicarle un puntaje de 10. Podemos hacerlo a partir de algunas preguntas, que nos ayuden a debatir, pensar y discernir:

– ¿Para qué sirven las normas? ¿Hay algunas ocasiones en las que es lícito transgredirlas? ¿O es necesario cumplirlas sean las circunstancias que sean?
-¿Cómo podemos descubrir ante cada caso, que es lo más correcto que tenemos que hacer?
-¿Qué hubiéramos hecho en el lugar de Federico, de los tres amigos o de Marcela?
-¿Qué otras cosas se hubiera podido hacer en cada caso?
-Si fuéramos Pablo… ¿Qué nos hubiera gustado que hagan los amigos?
-Si fuéramos Sofía… ¿Qué necesitaríamos que haga Marcela?

Acordamos la solución que obtenga un puntaje de diez para cada uno de los casos planteados, y movemos las tres fichas hacia ese casillero.

Cierre:

Reflexionamos sobre el siguiente pensamiento:

Ante todas las situaciones, podemos actuar de diferentes maneras. No todas las acciones tienen la misma calificación moral: algunas son acciones malas, otras son cuestionables, otras no muy buenas, otras buenas… ¡y otras óptimas!

 

Este juego nos ayuda a pensar y a trabajar con la metodología de casos, evaluando diferentes opciones y dilemas morales. Ejercita nuestra capacidad de discernir y anticipar acciones. Nos ayuda a distinguir una escala moral en el accionar responsable y a desarrollar un juicio crítico para elegir hacer lo que es correcto.

El amigo invisible

Objetivos:

  • Jugar al amigo invisible y fortalecer los vínculos de amistad.
  • Ejercitar en la empatía, en la capacidad de decir cosas constructivas y hacer elogios.
  • Aprender a recibir elogios, y a mirarnos a nosotros mismos a través de la mirada de los demás.

Materiales:

  • Papel y lápiz.
  • Un sobre por cada participante

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Escribimos en los sobre, el nombre de cada uno de los participantes del juego para jugar al amigo invisible.
Ponemos los sobres en una canasta o bolsa, y cada uno va sacando un sobre con el nombre de uno de los compañeros, sin que nadie vea cuál es.

El amigo invisible, deberá escribir una carta al dueño del sobre, contándole cosas lindas, destacando las cualidades que descubre en su amigo invisible, alentándolo a fortificar su autoestima y a crecer en confianza en sí mismo.

Antes de empezar a escribir la carta, recalcamos la importancia de escribir con letra clara y pensando en el amigo invisible: ¿qué es lo más valioso que descubro en él? ¿Qué necesita que le digan? ¿En qué lo puedo alentar para seguir creciendo?

Al terminar las cartas, las ponemos en el sobre y las volvemos a dejar en la canasta o la bolsa.
Nos sentamos en ronda, y el moderador va repartiendo a cada participante el sobre con su nombre. Cada uno se lleva su carta al rincón que elija y la lee en silencio.

Cierre:

Compartimos qué es lo que más nos gusta de la carta que recibimos, qué es lo que más nos ayuda y alienta a mejorar y crecer. También podemos compartir los sentimientos vividos al leerla y arriesgar si acertamos a decir quién es nuestro amigo invisible.

Muchas veces, las demás personas descubren en nosotros cosas que ni sabemos de nosotros mismos. La mirada del otro nos ayuda a conocernos y a valorarnos, y su opinión nos alienta y nos da confianza.

 

Terminamos haciéndonos esta pregunta: ¿Qué piensa de mí mi amigo invisible? ¿Su opinión coincide con la mía?

Este juego nos ayuda a crecer en la amistad y a descubrir lo importante que es escuchar lo que los amigos piensan sobre nosotros mismos. A su vez nos estimula en la capacidad de reconocer las cualidades en los demás y nos ejercita en la capacidad expresarlas.

Diferentes perspectivas

Objetivos:

  • Descubrir que los diferentes puntos de vista y maneras de ver las cosas, enriquecen nuestra aproximación a la realidad.
  • Crecer en el valor de la empatía, aprendiendo a recibir con respeto las opiniones de los demás.

Materiales:

  • Imagen que presentamos en el desarrollo.
  • Hoja en blanco con tempera.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos mirando a la imagen de la figura. Cada uno tiene que pensar, en silencio y sin decir nada a nadie qué es lo que ve en esa imagen.

Podemos anotar en un papel aquello que vemos, para que la opinión de los demás no influya en nuestra percepción.
Uno a uno vamos diciendo lo que vemos, y hacemos una lista de las diferentes cosas que cada uno descubre en la imagen.

Todos tenemos una perspectiva personal de acercarnos a la realidad, una forma diferente de ver las cosas, un aporte distinto para hacer al grupo. Entre todos, podemos ver más, comprender más, enriquecer con nuestro punto de vista las situaciones.

 

Repartimos a cada participante una hoja en blanco y ponemos en el medio de la ronda témperas de diferentes colores para realizar la propia mancha:
-Doblamos la hoja de papel al medio y después la dejamos abierta.
-Esparcimos manchas de tempera sobre el sector izquierdo y antes de que se seque cerramos la hoja nuevamente por el medio, presionando ambas partes de la hoja durante tres segundos.
-Volvemos a abrir y observamos una mancha simétrica.

Cierre:

Colocamos la mancha en algún lugar visible y cada uno comienza a decir lo que ve, explicándole al resto lo que descubre en su propia mancha, y recibiendo el punto de vista de los demás.

Este juego estimula el valor de la empatía, que nos abre a recibirnos entre nosotros, respetando diferentes opiniones, maneras de ver las cosas y puntos de vista. Nos ayuda a descubrir que la opinión de los demás merece ser respetada, y que siempre nos hace un aporte y enriquece nuestra propia visión de la realidad.

¡Cuidado que rebalsa!

Objetivos:

  • Tomar conciencia de las situaciones que nos hacen perder el control y que “rebalsan” nuestra capacidad de autodominio.
  • Valorar los límites que nos ayudan a actuar con responsabilidad.

Materiales:

  • Recipiente para agua.
  • Distintos materiales que se puedan mojar.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda. Repartimos a cada participante un objeto de goma o plástico, que pueda mojarse y sumergirse en agua. Ponemos en la mitad de la ronda un recipiente con agua hasta la mitad. Por tunos, y en un orden preestablecido, cada uno va introduciendo en el recipiente el objeto que le tocó. El juego consiste en introducir elementos en el agua hasta que esta empiece a rebalsar. El participante al que le rebalse el agua queda fuera del juego.
Ponemos más agua en el recipiente y volvemos a empezar el juego, hasta que el agua vuelva a rebalsar. Repetimos el mismo procedimiento, llenando en cada vuelta el recipiente con más y más agua.
Cuando quedan sólo dos participantes en la ronda, se reparte a cada uno igual cantidad de objetos para introducir en el recipiente. Por turnos, cada uno va introduciendo un elemento, hasta que el agua vuelva a rebalsar. Gana el participante que no hizo rebalsar el agua.

Al terminar el juego, conversamos sobre el “efecto rebalse” pensando en esas situaciones de nuestra vida cotidiana en las que las cosas que nos pasan nos hacen rebalsar, y en la importancia de poder decir basta a tiempo, o activar diferentes mecanismos que nos ayuden a hacer que “el agua no nos rebalse”.

Volvemos a llenar el recipiente con agua hasta la mitad, y repartimos a cada uno un objeto. Empezando por el participante ganador, cada uno pasa a introducir el objeto dentro del recipiente, enunciando alguna situación que puede hacernos “rebalsar el agua”. Por ejemplo:
-¿Cuándo nos rebalsa la paciencia?
-¿Cuándo nos rebalsa el miedo?
-¿Cuándo nos le rebalsan las malas notas?
-¿Cuándo nos rebalsa la falta de respeto?
-¿Cuándo nos rebalsa la tristeza?
-¿Cuándo nos rebalsan los chistes o las burlas?
-¿Cuándo nos rebalsa la ira?

Cierre:

Es importante aprender a parar a tiempo, a poner límites y a controlarnos antes de vernos rebalsados o desbordados por las situaciones que pueden hacernos mal o ponernos en problemas.

 

En este juego estimulamos la capacidad de autodominio reflexionando sobre aquellas situaciones negativas que pueden hacernos mal o descontrolarnos, y en las cuales es necesario aprender a parar a tiempo. Presentamos la alternativa de “decir basta”, y de poner límites en el momento apropiado, como una opción a ejercitar para cuidarnos a nosotros mismos y actuar con responsabilidad.