Anteojos mágicos

Objetivos:

  • Confeccionar “anteojos mágicos” que nos permitan ver un mundo mejor.
  • Identificar las cosas que queremos cambiar de nuestro entorno más cercano y diseñar un plan de acción para conseguirlo.

Materiales:

  • Cartón.
  • Témperas y otros materiales para hacer collage.
  • Cartulina.
  • Marcadores.

Apertura:

Nos saludamos recalcando la importancia de los hábitos de apertura en el taller: saludarnos, llamarnos por el nombre, darnos la bienvenida y ocupar nuestro lugar dentro del grupo. Nos disponemos para jugar, dedicando los primeros diez minutos a un “Momento de Encuentro”, en el que podamos relajarnos, aflojar las tensiones, respirar muy profundo y concentrar la energía positiva que necesitamos para interactuar con los demás.

Desarrollo:

¡Vamos a jugar a viajar a un país mágico! ¿Quieren venir? Para eso necesitamos unos “anteojos mágicos” que nos permitan mirarlo todo con ojos mágicos. ¡Podemos hacerlas con nuestras propias manos!

¡A TRABAJAR!

1. Hacemos sobre un papel plegado por la mitad un molde para nuestros anteojos: de forma circular, con formas picudas, con forma de flor/ sol /corazón/estrella, etc. ¡Usamos la imaginación!
2. Cuando ya tenemos el molde, lo cortamos con una tijera, abrimos el papel y lo pasamos a un cartón.
3. Recortamos el frente de nuestros anteojos en el cartón y lo decoramos pintándolo con temperas o con cualquier otro material con técnica de collage.
4. Cuando terminamos, hacemos un corte a cada lado de la gafa.
5. Insertamos en el corte una patilla y obtendremos nuestros anteojos divertidos finalizados.

¡A jugar!

Una vez que cada uno tenga sus anteojos mágicos, nos lo ponemos y comienza el viaje mágico. Cada uno se desplaza por el salón de juego imaginando un mundo mejor, recorrido por el país mágico, en el que todas las cosas son como deberían ser.
El moderador pregunta a cada uno y va tomando nota de las respuestas.

-¿Cómo es el país mágico que se ve con tus anteojos?
-¿Qué es lo que más te gusta del país mágico que se ve con tus anteojos?

La imaginación nos ayuda a “ver” nuestros deseos y a proponernos metas para hacerlos realidad.

Cierre:

Una vez que hayamos tomado nota de todo lo fantástico de este país, nos sacamos los anteojos y pensamos cómo y qué podemos hacer nosotros desde nuestra ludoteca o espacio para que algunas de las cosas que “vimos” en ese país mágico sucedan en este ámbito. Hacemos propuestas concretas para llevar a cabo y las escribimos en una cartulina para recordarlas en cada encuentro y hacer algo en función de hacerlas realidad.

Este juego estimula la creatividad y la capacidad de imaginar aquello que nos gustaría que suceda. Nos pone frente a situaciones utópicas y nos ayuda a fijarnos metas proponiendo pasos concretos para logar cambios en nuestra vida personal o social.

El hechicero

Objetivos:

  • Jugar con la imaginación a hacer hechizos que modifiquen la realidad.
  • Desarrollar habilidades sociales que nos permitan operar cambios en el entorno para mejorar la realidad.
  • Descubrir el poder de cada uno para trabajar en cambios positivos.

Materiales:

Una capa realizada con cualquier material que se disponga en el taller.

Apertura:

Nos saludamos con alegría, llamándonos por nuestros nombres, reconociéndonos como parte del mismo grupo. Nos disponemos para jugar dedicando los primeros diez minutos para un “Momento de Encuentro”, en el que podamos prepararnos corporal y emocionalmente para jugar.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y elegimos al azar a uno de los niños para ser el “hechicero”.

¿Qué hace un hechicero? Es una persona que tiene poderes mágicos y puede con un solo toque modificar la realidad.

El hechicero sale del salón y espera afuera mientras cada uno de los niños elige un color diferente para identificarse.
El hechicero toca la puerta, y todos le preguntamos: “¿quién es?”.
El hechicero contesta: “soy el hechicero de los colores y vengo a buscar un color”.
Entra en el salón y elige un color al azar. El niño del color que el hechicero menciona, sale corriendo alrededor de la ronda para que el hechicero no lo atrape e intenta volver a su lugar. Si lo logra, cambia su color por otro y sigue jugando. Si no lo logra, es atrapado por el hechicero.

El participante que es atrapado debe contestar a una pregunta cualquiera que el hechicero le hace. Si contesta bien, se convierte en hechicero y tiene que seguir jugando junto a él para atrapar al resto.

Preguntas útiles para el hechicero:
-¿Qué hechizo harías en tu vida?
-¿Qué sería lo primero que cambiarías si te convierto en hechicero?
-¿Qué poder te pondrías con un hechizo?
-¿A qué cuento te irías con un hechizo? ¿Por qué?
-¿A quién traerías con un hechizo para que te preste más atención?
-¿Qué hechizo le lanzarías a tu familia/hermanos?
-¿Cuáles son tus palabras mágicas para hechizar?
-¿Cuáles son tus palabras mágicas para deshacer el hechizo de los demás?

Cierre:

El juego termina cuando todos se convierten en hechiceros o luego de un tiempo determinado.

Nos sentamos en ronda y conversamos sobre todas las cosas de la realidad que están necesitando un “hechizo” para ser cambiadas o modificadas,

¡Cuantas cosas podemos cambiar a nuestro alrededor! ¡Cuántas cosas podemos hacer para mejorar el mundo que nos rodea! No hace falta tener poderes mágicos o hacer hechizos: podemos hacer que las cosas cambien con nuestras buenas acciones. ¡Todo cambio comienza por uno mismo!

 

Hacemos una lista de las buenas acciones que nos proponemos hacer para cambiar y modificar algo de la realidad que nos rodea. Por ejemplo: recoger los papeles del piso, ordenar los juguetes, etc.

Este juego nos pone en contacto con nuestro interior emocional y nos ayuda a conocernos en relación con el entorno. Afirma la autoestima y realza la importancia del aporte de cada uno para cambiar el entorno y mejorar la realidad.