Objetivo general
Trabajar el valor del uso responsable de los materiales escolares.
Objetivos curriculares
Que el alumno logre:
- Reconocer y usar los números naturales y de expresiones decimales de la organización del sistema decimal de numeración, y la explicitación de sus características y de sus propiedades en situaciones problemáticas.
- Interpretar, registrar, comunicar y comparar cantidades y números, tanto números naturales como expresiones decimales.
- Comparar la organización del sistema decimal con la de otros sistemas, atendiendo a la posicionalidad y a la función del cero.
- Operar seleccionando el tipo de cálculo y la forma de expresar los números involucrados que resulten más convenientes en función de la situación y evaluando la razonabilidad del resultado obtenido.
- Explicitar las características de las relaciones de proporcionalidad directa y argumentar sobre la validez de un procedimiento o el resultado de un cálculo usando propiedades de las operaciones en distintos campos numéricos.
- Producir y analizar afirmaciones sobre relaciones numéricas vinculadas a la divisibilidad y argumentar sobre su validez.
- Interpretar y organizar información presentada en textos, tablas y distintos tipos de gráficos, incluyendo los estadísticos.
- Elaborar y comparar procedimientos de cálculo –exacto y aproximado, mental, escrito y con calculadora– de multiplicaciones analizando la pertinencia y economía del procedimiento en relación con los números involucrados.
Materiales
- Lista con los precios de materiales y útiles escolares.
- Marcadores y cartulina.
Actividad
Introducción:
Durante una semana buscamos la información necesaria que nos ayude a responder al cuestionario inicial de la actividad de la ficha referido a los gastos de la escolaridad.
Desarrollo:
Con los datos obtenidos, completamos la planilla por rubro y realizamos la sumatoria que calcule los gastos anuales. Hacemos una cuenta estimativa de los gastos que realizan nuestros padres por el simple hecho de mandarnos a la escuela primaria.
A partir de los resultados de la planilla, abrimos un debate sobre las preguntas formuladas en la ficha. También podemos proponer que los alumnos hagan una lista comparativa investigando las diferencias entre los costos y beneficios de los útiles escolares pero clasificando entre las primeras y segundas marcas de cada uno de los artículos de librería.
Cierre:
Ponemos en común las respuestas al cuestionario sobre nuestra responsabilidad en el cuidado de los útiles y confeccionamos un Decálogo de Responsabilidad que nos recuerde día a día la forma adecuada de cuidarlos. Lo escribimos en una cartelera que pegamos en un lugar visible del aula.
Propuesta de actividad comunitaria
· Hacer un relevamiento en el barrio o la ciudad de las comunidades que puedan estar necesitando útiles escolares.
· Establecer contacto con esta comunidad y averiguar cuáles son los útiles que más necesitan.
· Involucrar a todos los alumnos de la escuela en esta campaña por medio de promociones, carteleras, anuncios, etc.
· Escribir cartas a los medios de comunicación zonales o barriales pidiendo la colaboración en esta campaña.
Para hacer en familia
· Compremos juntos los útiles para que puedan ver los precios, comparar, elegir los más adecuados y valorar el esfuerzo económico que hacemos.
· Dejemos que sean ellos los que se preocupen por tenerlos en orden.
· Si los pierden, que vean la manera de reponerlas con un esfuerzo personal: hacer tareas domésticas que les permitan juntar dinero o en el caso de tener “mensualidad” utilizarla para este fin.
· Simplifiquemos dando lo justo y necesario. La austeridad ayuda a fijarse en lo esencial y a cuidar lo indispensable.
· No compremos todo lo que nos piden al momento. Enseñémosles a ahorrar para conseguir lo que necesitan, a esperar con paciencia y constancia para que puedan valorar el esfuerzo y cuidar la inversión.
· Establezcamos rutinas de cuidado y orden de los útiles que ellos puedan realizar por si mismos: sacar punta, poner ojalillos, cambiar los cuadernos, etc.
· Realicemos un inventario que tengan que controlar semanalmente.
Dejemos que sean ellos los que evalúen su nivel de responsabilidad. ¡Seamos pacientes! Cuidar lo que nos pertenece es un hábito que se construye con la práctica. Sin embargo, ningún objeto perdido vale más que la buena relación con nuestros hijos. Si el proceso va mejor… celebremos los logros; pero no nos obsesiones con los errores por el camino.