Somos un equipo

Objetivos:

  • Trabajar en la propia valoración a partir de las cualidades y habilidades personales.
  • Descubrir que cada persona es única e irrepetible, digna de respeto y valoración.
  • Comprender que las diferencias son un aporte valioso para construir la unidad.

Materiales:

  • Cuento “Asamblea en la carpintería”. Anónimo.
  • Rompecabezas: elegir una imagen significativa para el grupo, (puede ser un corazón, un tesoro, una golosina, etc.) y dividirla en tantas partes como niños haya en el grupo.
  • Elementos para escribir.

Apertura:

Nos saludamos con alegría, nos damos la bienvenida en el grupo y ocupamos nuestro lugar dentro del espacio de juego. Antes de jugar, nos disponemos para hacer en 10 minutos, nuestro “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y leemos el cuento: Asamblea en la carpintería

Cuentan que a media noche hubo en la carpintería una extraña asamblea. Las herramientas se habían reunido para arreglar diferencias que no las dejaban trabajar.
El Martillo pretendió ejercer la presidencia de la reunión pero enseguida la asamblea le notificó que tenía que renunciar:
– No puedes presidir, Martillo – le dijo el portavoz de la asamblea – Haces demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando.
El Martillo aceptó su culpa pero propuso:
– Si yo no presido, pido que también sea expulsado el Tornillo puesto que siempre hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.
El Tornillo dijo que aceptaba su expulsión pero puso una condición:
– Si yo me voy, expulsad también a la Lija puesto que es muy áspera y siempre tiene fricciones en su trato con los demás.
La Lija dijo que no se iría a no ser que fuera expulsado el Metro. Afirmó:
– El Metro se pasa todo el tiempo midiendo a los demás según su propia medida como si fuera el único perfecto.
Estando la reunión en tan delicado momento, apareció inesperadamente el Carpintero que se puso su delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Trabajó la madera hasta acabar un mueble. Al acabar su trabajo se fue.
Cuando la  carpintería volvió a quedar a solas, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando el Serrucho, que aún no había tomado la palabra, habló:
– Señores, ha quedado demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Son ellas las que nos hacen valiosos. Así que propongo que no nos centremos tanto en nuestros puntos débiles y que nos concentremos en la utilidad de nuestros puntos fuertes.
La asamblea valoró entonces que el Martillo era fuerte, el Tornillo era especial para unir las partes separadas, la Lija tenía capacidades para suavizar las cosas limar asperezas y observaron que el Metro era preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos en la misma carpintería.

Reflexionamos sobre la siguiente pregunta: ¿Cuál es la parte del cuento que más me gustó? ¿Por qué? Damos un tiempo para compartir nuestras reflexiones en grupo.

Repartimos a cada uno una pieza de un rompecabezas, en la que tiene que escribir algún aspecto personal o cualidad que lo identifica, que lo distingue y lo hace único: mi generosidad, mi alegría, mi buen humor, mi escucha, mi cariño; se cantar muy bien, me gusta bailar, hago muchos goles, corro rápido, etc.
Entre todos armamos el rompecabezas.
Antes de colocar la pieza personal, cada uno tiene que leer en voz alta las cosas que escribió.
Cuando conseguimos armar el rompecabezas, hacemos un gran aplauso en honor a las cualidades de cada uno y al trabajo de todo el grupo.
Contemplamos el rompecabezas terminado. Resaltamos la belleza de cada “parte” con las que podemos formar un todo.

Cierre:

Reflexionamos sobre el siguiente pensamiento:

¡Todos somos únicos y necesarios! Al igual que las herramientas en la Asamblea de la Carpintería y las piezas del rompecabezas, cada uno de nosotros es único e irrepetible, y posee cualidades muy importantes y lindas para compartir con los demás. ¡Qué bueno que somos diferentes! ¡Qué lindo que las diferencias nos ayudan a construir la unidad!

Este juego incentiva el trabajo grupal, y el aporte personal de las cualidades de cada uno en el grupo.
Trabaja los conceptos de “parte” y “todo” y estimula la unidad y la comunidad a partir de la riqueza de las diferencias.

Las Flores

Objetivos:

  • Reconocer el valor de las diferencias y el respeto por las características propias de cada uno.

Materiales:

  • Cuento “Las Flores” .
  • Fotos de flores o flores auténticas.
  • Papel afiche.
  • Témperas de colores.

Apertura:

Nos recibimos con los ritos iniciales del saludo y la bienvenida. Antes de comenzar el juego, dedicamos diez minutos para un “Momento de Encuentro” en el que cada uno se disponga para el intercambio y la actividad.

Desarrollo:

Leemos el cuento de las flores. Puede leerlo el moderador, o armar un rotafolio con imágenes del cuento para contarlo entre todos.

LAS FLORES
María José Cordero Ojeda; Un mundo de cuentos. ¿Me lo cuentas otra vez?

Llegó la primavera. Todos los habitantes del bosque despertaron de su sueño invernal. El sol brillaba en lo alto del cielo saludando a todos con sus rayos.
‐Despierten amigos, la primavera ha llegado.
Los animales abandonaban sus madrigueras para salir a pasear. Los ciervos, conejos, lobos y ardillas correteaban por el bosque buscando algo para comer.
Los gusanos se habían convertido en bonitas mariposas, las mariquitas volaban y las hormigas paseaban. Todos dejaban sus casas para saludar al sol. Los árboles y las plantas lucían sus hojas nuevas. Las flores abrían sus capullos para mostrar sus lindos colores.
Pero, un momento ¿qué pasa?, se están peleando, vamos a ver qué ocurre.
‐Miren, yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa. Mi rojo es brillante y mi corazón negro
como el carbón ‐ dijo la amapola.
‐Yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son blanquitos y mi corazón amarillo‐dijo la margarita.
‐De eso nada, la más fresca, hermosa y olorosa soy yo ‐ dijo la rosa; mis pétalos son rosas y mi corazón también.
‐¡Basta! ‐ gritó el sol ‐ no se peleen más, todas son igual de hermosas, frescas y olorosas.
‐No señor sol, estás equivocado porque yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son morados y mi corazón blanquito.‐ dijo la violeta.
‐No me gusta que se peleen ‐repitió el sol.
Pero no le hacían caso, se estaban enojando mucho y él no entendía por qué. Todas eran hermosas, frescas y olorosas, aunque de diferentes colores y formas. Algo tenía que hacer. Pensó y pensó y al fin se le ocurrió. Llamó a su amiga la luna:
‐ Luna, lunera, cascabelera – gritó el sol. Y la luna llegó y delante del sol se le colocó.
‐ ¿Qué pasa? ‐ dijo la rosa.
‐ No veo nada, gritó el clavel.
‐ Miren alrededor, amigas, ¿qué es lo que ven? ‐dijo el sol.
No se veía nada, en la oscuridad no se distinguían los colores y parecían todas iguales.
‐ ¡Qué tontas que fuimos! – Dijeron todas las flores a la vez.
No nos volveremos a pelear, porque aunque tenemos colores diferentes todas somos hermosas, frescas y olorosas.

Presentamos imágenes de las diferentes flores mencionadas en el cuento; observamos las diferencias de cada una y las valoramos en sus características propias.

¡Qué linda es! ¡Tiene un precioso color! ¡Es de una forma muy rara!

 

Nos dividimos en equipos de a cinco participantes. A cada equipo se le asigna un color y una de las flores del cuento.

Extendemos en la pared el papel afiche verde, como si fuera un campo cubierto de césped. Cada grupo mancha sus manos en la pintura del color asignado a su grupo y las estampa en el papel.

Cierre:

Contemplamos juntos la belleza del paisaje que creamos con el aporte de todos.

Las flores son diferentes en sus colores, formas y aromas; pero todas son muy hermosas y juntas conviven en el mismo paisaje, regalándonos la belleza de sus colores y aromas. Todos nosotros también somos diferentes: cada uno tiene diferencias en su aspecto físico y en su manera de ser. Pero todos tenemos una belleza especial que nos hace únicos y embellece a todo el grupo.

Esta actividad nos ayuda a comprender, por medio de una actividad plástica, la belleza de las diferencias que construyen la unidad. Fomenta la valoración y la importancia del aporte de cada uno para formar un todo.