Parafraseo

Objetivos:

  • Conocer y reconocer el parafraseo como técnica de comunicación en la vida cotidiana.
  • Ejercitar la comunicación, aprendiendo a decir las cosas utilizando frases positivas.

Materiales:

  • Una canasta con papeles escritas con distintas frases (Damos algunas frases a modo de ejemplo. Es importante que las frases estén escritas en el lenguaje habitual de los participantes)
  • Una cartulina o papel afiche.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda. Cada uno saca al azar un papel que contiene una frase. Y la lee sin que los demás la vean:
-Un hijo enojado le dice a su padre:
¡Vos sos siempre el mismo! No entendés nada de lo que me pasa y arruinas todos mis programas.
-Una amiga le dice a su mejor amiga:
¡No seas tonta! No te dejes maltratar por Enrique que es una mala persona.
-Dos amigos conversan:
No lo invitemos a Javier a salir con nosotros. Es un mal educado y siempre tenemos problemas con él.
-Una profesora le dice al alumno:
¡Siempre te sacas malas notas! ¿No te da la cabeza para hacer bien el ejercicio?
-Dos hermanas:
¡Vos siempre sos la misma desconsiderada! Me usas mis cosas y me las dejas tiradas y sucias…
-Dos amigos que están peleados:
¡Todo lo que decís es mentira! Ni siquiera vos sabés lo que estás diciendo.
-Dos amigas enojadas:
¡Vos tenés la culpa de todo lo que pasó! Sos una agresiva y desubicada.
-Un amigo en una reunión:
¡Esta reunión es aburrida! No sé para qué viene a estar con ustedes.
-En un partido de futbol:
¡Este equipo es un desastre! No sabemos hacer nada.
-Una hija le dice a su madre:
Todo lo que me decís es ridículo. Yo puedo ponerme la ropa que se me antoja.

Cada uno tiene que actuar la situación que le tocó, y repetir la frase en vos alta, acompañándola con algún gesto. El resto del grupo escucha, y de manera espontánea van respondiendo a esa frase como si fueran los interlocutores. ¿Qué es lo que nos sale responder cuando alguien nos habla así?

Por ejemplo:
Una hija le dice a su madre:
Todo lo que me decís es ridículo. Yo puedo ponerme la ropa que se me antoja.
¿Qué contestará la madre ante esa frase?:
“Igual no te vas a poner esa ropa y te quedás sin salir”.
Reflexionamos sobre el impacto que nos causan las frases formuladas con palabras agresivas, provocadoras o hirientes, y aprendemos a decir las mismas cosas usando la técnica del parafraseo.

El “parafraseo” es una técnica de comunicación, en la que cada uno tiene que volver a decir un mismo concepto, utilizando frases diferentes, evitando expresiones negativas o palabras descalificadoras, agresivas o hirientes.

 

Uno a uno, volvemos a repetir las frases intentando encontrar “otra frase” más positiva con la que podamos expresar el mismo concepto. Por ejemplo:
En un partido de futbol:
¡Este equipo es un desastre! No sabemos hacer nada.
Parafraseo: ¡No estamos jugando bien! Concentrémonos en el juego y que cada uno haga lo que mejor sabe hacer…

Cierre:

Pegamos todas las frases en una cartulina, y escribimos al lado las paráfrasis en positivo. Entre todos evaluamos cuál de las dos maneras de decir las cosas es más eficiente y puede ser escuchada mejor por el receptor.

Este juego promueve una forma de comunicación positiva. Propone una manera diferente de comunicarnos, reemplazando las frases agresivas o negativas por elementos de comunicación positivos y ejercita la empatía y el respeto.

Diferentes perspectivas

Objetivos:

  • Descubrir que los diferentes puntos de vista y maneras de ver las cosas, enriquecen nuestra aproximación a la realidad.
  • Crecer en el valor de la empatía, aprendiendo a recibir con respeto las opiniones de los demás.

Materiales:

  • Imagen que presentamos en el desarrollo.
  • Hoja en blanco con tempera.

Apertura:

Nos saludamos y nos damos mutuamente la bienvenida en el grupo. Cada uno ocupa su lugar en el espacio de juego y comenzamos nuestra actividad disponiéndonos con un “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos mirando a la imagen de la figura. Cada uno tiene que pensar, en silencio y sin decir nada a nadie qué es lo que ve en esa imagen.

Podemos anotar en un papel aquello que vemos, para que la opinión de los demás no influya en nuestra percepción.
Uno a uno vamos diciendo lo que vemos, y hacemos una lista de las diferentes cosas que cada uno descubre en la imagen.

Todos tenemos una perspectiva personal de acercarnos a la realidad, una forma diferente de ver las cosas, un aporte distinto para hacer al grupo. Entre todos, podemos ver más, comprender más, enriquecer con nuestro punto de vista las situaciones.

 

Repartimos a cada participante una hoja en blanco y ponemos en el medio de la ronda témperas de diferentes colores para realizar la propia mancha:
-Doblamos la hoja de papel al medio y después la dejamos abierta.
-Esparcimos manchas de tempera sobre el sector izquierdo y antes de que se seque cerramos la hoja nuevamente por el medio, presionando ambas partes de la hoja durante tres segundos.
-Volvemos a abrir y observamos una mancha simétrica.

Cierre:

Colocamos la mancha en algún lugar visible y cada uno comienza a decir lo que ve, explicándole al resto lo que descubre en su propia mancha, y recibiendo el punto de vista de los demás.

Este juego estimula el valor de la empatía, que nos abre a recibirnos entre nosotros, respetando diferentes opiniones, maneras de ver las cosas y puntos de vista. Nos ayuda a descubrir que la opinión de los demás merece ser respetada, y que siempre nos hace un aporte y enriquece nuestra propia visión de la realidad.

¿A quién entrego mi trofeo?

Objetivo:

  • Premiar con un trofeo a los participantes que muestran actitudes de respeto en el grupo y el juego.
  • Reflexionar sobre la importancia del valor del respeto para la vida en grupo y sociedad.
  • Auto evaluarnos en nuestra capacidad de respetarnos entre nosotros.

Materiales:

  • Vasos de plástico.
  • Cartón.
  • Pegamento.
  • Temperas.
  • Goma Eva.
  • Objetos para decorarlos.

Apertura:

Elegimos un lugar especial en la sala y nos sentamos con los ojos cerrados, disponiéndonos a un “Momento de Encuentro”. Nos relajamos y aflojamos, concentrando la energía en nuestro interior, para canalizarla positivamente hacia el juego o la actividad.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda. Hacemos una lluvia de ideas sobre lo que significa respetar a los demás. Podemos comenzar analizando las siguientes afirmaciones:

Respetamos a los demás cuando:

  • Llamamos a los compañeros por su nombre y no por el sobrenombre.
  • Escuchamos sin interrumpir.
  • No empujamos por los pasillos.
  • Sabemos guardar un secreto.
  • Valoramos la forma de ser de cada uno.

 

Para ser felices y estar contentos, tenemos que mirar nuestra propia felicidad… y también la de los demás. Son dos perspectivas diferentes pero complementarias. ¡Tenemos que aprender a ser felices, respetando la felicidad de los demás!

¡A trabajar!

Entregamos a cada participante dos vasos plásticos con todos los elementos necesarios para construir un trofeo, siguiendo las siguientes instrucciones:

1. Pegamos un vaso con otro por la base, de manera que tengan forma de copa o trofeo.

2. Recortamos dos trozos de cartón en forma de «D» para poder hacer las clásicas asas de un trofeo.

3. Pegamos las asas al trofeo y esperamos a que todo el pegamento se seque por completo.

4. Llevamos el trofeo al exterior y lo cubrimos con aerosol dorado o temperas.

5. Cuando el aerosol o tempera esté seco, decoramos con letras y figuras de goma eva que podemos recortar nosotros mismos para escribir un mensaje que destaque el valor del respeto.

¡A jugar!

Nos colocamos de pie formando una ronda. Por turno, cada uno debe entregar su trofeo a la persona que, según su criterio, considera que muestra mayor respeto hacia los demás en el grupo, en las actividades y juegos. Al hacerlo debemos tener en cuenta estas consignas:

  • No se trata de una votación, sino pensar y elegir a quien considere cada uno más respetuoso.
  • No comentamos con los compañeros a quien entregaremos el trofeo hasta hacerlo.
  • Ninguno puede pedir a otro que le entregue el trofeo.
  • Un mismo compañero podrá recibir más de un trofeo.
  • Una vez finalizado el intercambio, nos volvemos a sentar en la ronda, para evaluar la actividad.

 

Podemos hacerlo con la ayuda de estas preguntas:
-¿Qué fue lo que más me gustó de la actividad? ¿Qué fue lo que no me gustó o me molestó?
-¿Cómo me sentí al recibir un trofeo? ¿Cómo me sentí si no recibí ningún trofeo?
-Si no recibí ningún trofeo, ¿Qué debería cambiar para que en un próximo juego me den alguno?
-¿Me costó decidir a quién le daba mi trofeo?

Cierre:

Al terminar nuestra reflexión y evaluación sobre la actividad, hacemos una pregunta, invitándonos a recordarla cada día al despertar: ¿Qué puedo hacer hoy para acordarme de respetar a los demás?
Podemos reiterar la misma actividad unos meses después para observar si hubo cambios en los comportamientos y si recibimos la misma cantidad de trofeos que la vez anterior.

 

Este juego nos ayuda a comprender qué significa respetar a los demás y a encarnar hábitos concretos de respeto entre nosotros. La entrega de trofeos nos hace pensar y elegir las actitudes más respetuosas, tomando conciencia de quienes son los amigos más valorados por saber respetar a los demás.

Somos un equipo

Objetivos:

  • Trabajar en la propia valoración a partir de las cualidades y habilidades personales.
  • Descubrir que cada persona es única e irrepetible, digna de respeto y valoración.
  • Comprender que las diferencias son un aporte valioso para construir la unidad.

Materiales:

  • Cuento “Asamblea en la carpintería”. Anónimo.
  • Rompecabezas: elegir una imagen significativa para el grupo, (puede ser un corazón, un tesoro, una golosina, etc.) y dividirla en tantas partes como niños haya en el grupo.
  • Elementos para escribir.

Apertura:

Nos saludamos con alegría, nos damos la bienvenida en el grupo y ocupamos nuestro lugar dentro del espacio de juego. Antes de jugar, nos disponemos para hacer en 10 minutos, nuestro “Momento de Encuentro”.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y leemos el cuento: Asamblea en la carpintería

Cuentan que a media noche hubo en la carpintería una extraña asamblea. Las herramientas se habían reunido para arreglar diferencias que no las dejaban trabajar.
El Martillo pretendió ejercer la presidencia de la reunión pero enseguida la asamblea le notificó que tenía que renunciar:
– No puedes presidir, Martillo – le dijo el portavoz de la asamblea – Haces demasiado ruido y te pasas todo el tiempo golpeando.
El Martillo aceptó su culpa pero propuso:
– Si yo no presido, pido que también sea expulsado el Tornillo puesto que siempre hay que darle muchas vueltas para que sirva para algo.
El Tornillo dijo que aceptaba su expulsión pero puso una condición:
– Si yo me voy, expulsad también a la Lija puesto que es muy áspera y siempre tiene fricciones en su trato con los demás.
La Lija dijo que no se iría a no ser que fuera expulsado el Metro. Afirmó:
– El Metro se pasa todo el tiempo midiendo a los demás según su propia medida como si fuera el único perfecto.
Estando la reunión en tan delicado momento, apareció inesperadamente el Carpintero que se puso su delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Trabajó la madera hasta acabar un mueble. Al acabar su trabajo se fue.
Cuando la  carpintería volvió a quedar a solas, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando el Serrucho, que aún no había tomado la palabra, habló:
– Señores, ha quedado demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Son ellas las que nos hacen valiosos. Así que propongo que no nos centremos tanto en nuestros puntos débiles y que nos concentremos en la utilidad de nuestros puntos fuertes.
La asamblea valoró entonces que el Martillo era fuerte, el Tornillo era especial para unir las partes separadas, la Lija tenía capacidades para suavizar las cosas limar asperezas y observaron que el Metro era preciso y exacto. Se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos en la misma carpintería.

Reflexionamos sobre la siguiente pregunta: ¿Cuál es la parte del cuento que más me gustó? ¿Por qué? Damos un tiempo para compartir nuestras reflexiones en grupo.

Repartimos a cada uno una pieza de un rompecabezas, en la que tiene que escribir algún aspecto personal o cualidad que lo identifica, que lo distingue y lo hace único: mi generosidad, mi alegría, mi buen humor, mi escucha, mi cariño; se cantar muy bien, me gusta bailar, hago muchos goles, corro rápido, etc.
Entre todos armamos el rompecabezas.
Antes de colocar la pieza personal, cada uno tiene que leer en voz alta las cosas que escribió.
Cuando conseguimos armar el rompecabezas, hacemos un gran aplauso en honor a las cualidades de cada uno y al trabajo de todo el grupo.
Contemplamos el rompecabezas terminado. Resaltamos la belleza de cada “parte” con las que podemos formar un todo.

Cierre:

Reflexionamos sobre el siguiente pensamiento:

¡Todos somos únicos y necesarios! Al igual que las herramientas en la Asamblea de la Carpintería y las piezas del rompecabezas, cada uno de nosotros es único e irrepetible, y posee cualidades muy importantes y lindas para compartir con los demás. ¡Qué bueno que somos diferentes! ¡Qué lindo que las diferencias nos ayudan a construir la unidad!

Este juego incentiva el trabajo grupal, y el aporte personal de las cualidades de cada uno en el grupo.
Trabaja los conceptos de “parte” y “todo” y estimula la unidad y la comunidad a partir de la riqueza de las diferencias.

Búsqueda del Tesoro

Objetivos:

  • Hacer una búsqueda del tesoro en el grupo, reconociendo que cada uno es un tesoro.
  • Tomar conciencia del valor de uno mismo y el valor de los demás.
  • Estimular actitudes de cuidado y respeto.

Materiales:

  • Caja decorada.
  • Espejo.
  • Papeles con pistas.

Apertura:

Cada uno elige un lugar para el “Momento de Encuentro”. Nos sentamos y nos disponemos para relajarnos antes de comenzar a jugar: respiramos, haciendo inhalaciones profundas, dejamos que el aire recorra todo nuestro cuerpo ayudándonos a relajarnos y descansar.

Desarrollo:

Antes de comenzar nos preguntamos:
¿Qué es un tesoro?
¿Qué cosas son importantes para nosotros? ¿Tenemos cosas valiosas o importantes en nuestras casas? ¿Las cosas más valiosas son las que más dinero cuestan?

¡Vamos a hacer una búsqueda del tesoro!
La búsqueda del tesoro es un juego en el que se debemos ir adivinando pistas y pasando diferentes pruebas hasta encontrar el tesoro. En esta oportunidad el tesoro es muy valioso así que lo tenemos que buscar con mucho entusiasmo… ¡hasta encontrarlo!

 

Con anticipación preparamos el tesoro: una caja bien vistosa y decorada, envuelta en papel de regalo. Por dentro está completamente vacía, y en el fondo de la misa tiene un espejo, de manera que al abrirla, cada uno pueda encontrar su propia imagen reflejada.

De acuerdo al espacio con el que contamos para jugar, preparamos distintas pistas escondidas (pueden ser cuatro o cinco pistas). Cada pista lleva a un lugar en donde encontrarán la siguiente pista. Así, hasta finalmente llegar a la última pista que nos marca el lugar en el que está escondido el tesoro.
Las pistas pueden estar escondidas en diferentes objetos valiosos, llamativos o que tengan valor en su simpleza, por su utilidad. Por ejemplo: “La siguiente pista está escondida en un objeto chico que usamos todos los días, pero no nos damos cuenta de su importancia. Sirve para abrir la puerta: el picaporte”.

El participante que encuentra el tesoro, lo lleva a la mitad de la ronda. Antes de abrirlo, prestamos mucha atención ya que es un tesoro que vamos a compartir entre todos. Vamos a abrirlo por turnos… y nadie podrá decir nada de lo que encuentra en el fondo de la caja, de lo que ve ni bien la abre.

El que encontró el tesoro será el primero en abrirlo muy lentamente, mirará qué es lo que encuentra, y después de un rato la pasará al otro, y al otro, hasta completar la ronda.

Cierre:

Nos preguntamos y compartimos:
-¿Cuál es el tesoro con el que cada uno se encontró?
-¿Qué fue lo primero que vimos dentro del tesoro? ¿Qué es lo que encontramos adentro de la caja cuando la abrimos?
-¿Qué es lo más valioso que encuentro en mí mismo?
-¿Qué es lo más valioso que encuentro en los demás?

¡Todos somos un tesoro muy valioso! Lo más valioso de todo… ¡somos nosotros mismos! Tenemos que aprender a descubrirnos, valorarnos y respetarnos.

 

Este juego nos ayuda a interactuar en equipo para conseguir un objetivo común, a compartir el fruto de nuestros logros y a descubrir que nuestra propia vida es un tesoro muy valioso, que tenemos que descubrir, respetar y cuidar.

El poder de las palabras

Objetivos:

  • Identificar las palabras que nos ayudan a crecer, diferenciándolas de otras que hieren o dañan nuestra autoestima.
  • Ejercitar la manera de expresarnos sin herir con las palabras a los demás.

Materiales:

  • Cartulina o pizarrón.
  • Tizas o marcadores.

Apertura:

Nos saludamos con alegría, resaltando la importancia de todos en el grupo. Antes de empezar a jugar, hacemos un “Momento de Encuentro” en el que podamos relajarnos, aflojar las tensiones y disponernos para el intercambio grupal.

Desarrollo:

Cuando nos enojamos con alguien o queremos regañarlo por algo que nos molestó, podemos hacerlo usando palabras constructivas, que ayuden a mejorar, o palabras que lastiman o hieren. Las palabras mal usadas o las que se dicen en un tono inadecuado pueden hacer mucho daño. Es importante tratar bien a las personas y aprender a decir las cosas de buena manera.

 

Cada uno piensa en alguna situación en la que alguien le haya dicho palabras hirientes.
En una cartulina o pizarrón hacemos una línea que la divida en dos partes iguales. En la parte derecha escribimos las frases que van diciendo mientras que brevemente describen la situación y cómo se sintieron cuando les hablaron de mala manera o con palabras hirientes. Del lado izquierdo pensamos alternativas de cómo se podría decir lo mismo pero sin herir a los demás.
Cuando esté la cartulina o la pizarra completa, tomamos las situaciones descriptas y actuamos la frase que nos hubiera hecho sentir mejor, usando palabras que alientan, que construyen y que hacen sentir bien.

Cierre:

Cada uno elige una palabra positiva para decirle a su compañero de al lado. Todos nos vamos del taller con el “regalo” de una palabra que nos hace sentir bien.

En este juego reflexionamos sobre el impacto de las palabras y la importancia de aprender a hablar sin herir ni lastimar a los demás. Jugando, nos ayudamos a entender que podemos tener razón, pero que si aprendemos a usar las palabras razonablemente, seremos más escuchados y aceptados.

La canasta de las buenas acciones

Objetivos:

  • Jugar a ensartar tapitas de gaseosas en una canasta, ejercitando el orden, el respeto por los turnos y las reglas del juego.
  • Fomentar el autoconocimiento y el conocimiento de los demás a partir de sus acciones.

Materiales:

  • Una canasta o recipiente grande.
  • Tapas de gaseosas.

Apertura:

Nos saludamos con alegría y respeto, dando la bienvenida a cada uno de los participantes al taller. Nos disponemos para el juego realizando un “Momento de Encuentro” en el que cada uno pueda relajarse, recogerse y prepararse para la participación en el grupo, por medio de técnicas y ejercicios especiales.

Desarrollo:

Nos sentamos en ronda y ponemos en el medio una canasta vacía, y sobre una mesa, un manojo de tapitas.
Por orden, cada uno de los participantes se levanta y va a buscar una tapita de la canasta.
Volvemos a nuestros lugares y una vez sentados, por turnos, lanzamos nuestra tapita en la canasta.
El que logra insertar la tapia dentro de la canasta, debe mencionar alguna buena acción que haya realizado en los últimos días.
El que no logra embocarla, se pone de pie, va a buscarla y se vuelve a sentar en su lugar con la tapita, para volver a intentarlo cuando le llegue su turno.

Cierre:

Gana el niño que haya logrado embocar más tapitas dentro de la canasta y el que haya podido poner en palabras las buenas acciones que realizó últimamente.
Si al finalizar el juego, algún compañero no puedo embocar la tapita lo motivamos a que igual cuente buenas acciones que puede llevar a cabo en la presente semana.

Este juego desarrolla la autoestima, resaltando las acciones positivas y ejercitando el valor del respeto, el orden, la paciencia y la sana competencia.

Las Flores

Objetivos:

  • Reconocer el valor de las diferencias y el respeto por las características propias de cada uno.

Materiales:

  • Cuento “Las Flores” .
  • Fotos de flores o flores auténticas.
  • Papel afiche.
  • Témperas de colores.

Apertura:

Nos recibimos con los ritos iniciales del saludo y la bienvenida. Antes de comenzar el juego, dedicamos diez minutos para un “Momento de Encuentro” en el que cada uno se disponga para el intercambio y la actividad.

Desarrollo:

Leemos el cuento de las flores. Puede leerlo el moderador, o armar un rotafolio con imágenes del cuento para contarlo entre todos.

LAS FLORES
María José Cordero Ojeda; Un mundo de cuentos. ¿Me lo cuentas otra vez?

Llegó la primavera. Todos los habitantes del bosque despertaron de su sueño invernal. El sol brillaba en lo alto del cielo saludando a todos con sus rayos.
‐Despierten amigos, la primavera ha llegado.
Los animales abandonaban sus madrigueras para salir a pasear. Los ciervos, conejos, lobos y ardillas correteaban por el bosque buscando algo para comer.
Los gusanos se habían convertido en bonitas mariposas, las mariquitas volaban y las hormigas paseaban. Todos dejaban sus casas para saludar al sol. Los árboles y las plantas lucían sus hojas nuevas. Las flores abrían sus capullos para mostrar sus lindos colores.
Pero, un momento ¿qué pasa?, se están peleando, vamos a ver qué ocurre.
‐Miren, yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa. Mi rojo es brillante y mi corazón negro
como el carbón ‐ dijo la amapola.
‐Yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son blanquitos y mi corazón amarillo‐dijo la margarita.
‐De eso nada, la más fresca, hermosa y olorosa soy yo ‐ dijo la rosa; mis pétalos son rosas y mi corazón también.
‐¡Basta! ‐ gritó el sol ‐ no se peleen más, todas son igual de hermosas, frescas y olorosas.
‐No señor sol, estás equivocado porque yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son morados y mi corazón blanquito.‐ dijo la violeta.
‐No me gusta que se peleen ‐repitió el sol.
Pero no le hacían caso, se estaban enojando mucho y él no entendía por qué. Todas eran hermosas, frescas y olorosas, aunque de diferentes colores y formas. Algo tenía que hacer. Pensó y pensó y al fin se le ocurrió. Llamó a su amiga la luna:
‐ Luna, lunera, cascabelera – gritó el sol. Y la luna llegó y delante del sol se le colocó.
‐ ¿Qué pasa? ‐ dijo la rosa.
‐ No veo nada, gritó el clavel.
‐ Miren alrededor, amigas, ¿qué es lo que ven? ‐dijo el sol.
No se veía nada, en la oscuridad no se distinguían los colores y parecían todas iguales.
‐ ¡Qué tontas que fuimos! – Dijeron todas las flores a la vez.
No nos volveremos a pelear, porque aunque tenemos colores diferentes todas somos hermosas, frescas y olorosas.

Presentamos imágenes de las diferentes flores mencionadas en el cuento; observamos las diferencias de cada una y las valoramos en sus características propias.

¡Qué linda es! ¡Tiene un precioso color! ¡Es de una forma muy rara!

 

Nos dividimos en equipos de a cinco participantes. A cada equipo se le asigna un color y una de las flores del cuento.

Extendemos en la pared el papel afiche verde, como si fuera un campo cubierto de césped. Cada grupo mancha sus manos en la pintura del color asignado a su grupo y las estampa en el papel.

Cierre:

Contemplamos juntos la belleza del paisaje que creamos con el aporte de todos.

Las flores son diferentes en sus colores, formas y aromas; pero todas son muy hermosas y juntas conviven en el mismo paisaje, regalándonos la belleza de sus colores y aromas. Todos nosotros también somos diferentes: cada uno tiene diferencias en su aspecto físico y en su manera de ser. Pero todos tenemos una belleza especial que nos hace únicos y embellece a todo el grupo.

Esta actividad nos ayuda a comprender, por medio de una actividad plástica, la belleza de las diferencias que construyen la unidad. Fomenta la valoración y la importancia del aporte de cada uno para formar un todo.