Objetivos:
- Jugar a los bolos ejercitando la introspección.
- Descubrir las propias cualidades y ponerlas al servicio de los demás.
Materiales:
- 10 botellas de gaseosas recicladas y pintadas con témperas para hacerlas más atractivas. Esto puede realizarse en algún encuentro previo.
- Una pelota (podemos también hacerla con algún material que encontremos en el espacio de juego como: trapos, papeles, lanas, etc.
Apertura:
Ante de comenzar el juego, dedicamos diez minutos al “Momento de Encuentro”, en el que cada uno pueda encontrarse consigo mismo por medio de la relajación, la respiración profunda y el recogimiento interior.
Desarrollo:
Ponemos los “bolos reciclados” como se ubican en un juego real.
Marcamos en el piso una línea, desde donde se realizará cada tiro de la pelota.
Cada participante tiene dos tiros para voltear la mayor cantidad de bolos posibles.
– Primera ronda: por cada bolo volteado, el participante deberá nombrar una cualidad de sí mismo.
– Segunda ronda: por cada bolo volteado, el participante deberá nombrar cualidades en alguno de sus compañeros.
– Tercera ronda: por cada bolo volteado deberá contar un logro o buena acción realizada en la última semana.

Cierre:
Reflexionamos sobre las cualidades:
Aunque nos cueste reconocerlas… ¡todos tenemos cualidades! Es bueno poder hablar de ellas, y estimularnos a crecer en esas cualidades. ¡Es MUY BUENO usar nuestras cualidades para hacer buenas acciones, que ayuden a los demás!

A los niños de esta edad les es difícil identificar cualidades personales, y también les es difícil verbalizarlas y compartirlas con los demás. El éxito en el juego de bolos los animará a hablar de sus éxitos personales, y a felicitar a los demás por sus victorias.
Este juego propone una instancia de autoevaluación que nos ayuda a reconocer nuestros éxitos y cualidades personales y las de los demás, siendo capaces de expresarlas en forma adecuada. Estimula la autoestima y la capacidad de descubrir nuestro potencial para ponerlo al servicio de los otros, por medio de buenas acciones.
Objetivos:
- Jugar a ensartar tapitas de gaseosas en una canasta, ejercitando el orden, el respeto por los turnos y las reglas del juego.
- Fomentar el autoconocimiento y el conocimiento de los demás a partir de sus acciones.
Materiales:
- Una canasta o recipiente grande.
- Tapas de gaseosas.
Apertura:
Nos saludamos con alegría y respeto, dando la bienvenida a cada uno de los participantes al taller. Nos disponemos para el juego realizando un “Momento de Encuentro” en el que cada uno pueda relajarse, recogerse y prepararse para la participación en el grupo, por medio de técnicas y ejercicios especiales.
Desarrollo:
Nos sentamos en ronda y ponemos en el medio una canasta vacía, y sobre una mesa, un manojo de tapitas.
Por orden, cada uno de los participantes se levanta y va a buscar una tapita de la canasta.
Volvemos a nuestros lugares y una vez sentados, por turnos, lanzamos nuestra tapita en la canasta.
El que logra insertar la tapia dentro de la canasta, debe mencionar alguna buena acción que haya realizado en los últimos días.
El que no logra embocarla, se pone de pie, va a buscarla y se vuelve a sentar en su lugar con la tapita, para volver a intentarlo cuando le llegue su turno.

Cierre:
Gana el niño que haya logrado embocar más tapitas dentro de la canasta y el que haya podido poner en palabras las buenas acciones que realizó últimamente.
Si al finalizar el juego, algún compañero no puedo embocar la tapita lo motivamos a que igual cuente buenas acciones que puede llevar a cabo en la presente semana.
Este juego desarrolla la autoestima, resaltando las acciones positivas y ejercitando el valor del respeto, el orden, la paciencia y la sana competencia.