3 a 6 años
Las Flores
Juego 6
Objetivos:
- Reconocer el valor de las diferencias y el respeto por las características propias de cada uno.
Materiales:
- Cuento “Las Flores” .
- Fotos de flores o flores auténticas.
- Papel afiche.
- Témperas de colores.
Apertura:
Nos recibimos con los ritos iniciales del saludo y la bienvenida. Antes de comenzar el juego, dedicamos diez minutos para un “Momento de Encuentro” en el que cada uno se disponga para el intercambio y la actividad.
Desarrollo:
Leemos el cuento de las flores. Puede leerlo el moderador, o armar un rotafolio con imágenes del cuento para contarlo entre todos.
LAS FLORES
María José Cordero Ojeda; Un mundo de cuentos. ¿Me lo cuentas otra vez?
Llegó la primavera. Todos los habitantes del bosque despertaron de su sueño invernal. El sol brillaba en lo alto del cielo saludando a todos con sus rayos.
‐Despierten amigos, la primavera ha llegado.
Los animales abandonaban sus madrigueras para salir a pasear. Los ciervos, conejos, lobos y ardillas correteaban por el bosque buscando algo para comer.
Los gusanos se habían convertido en bonitas mariposas, las mariquitas volaban y las hormigas paseaban. Todos dejaban sus casas para saludar al sol. Los árboles y las plantas lucían sus hojas nuevas. Las flores abrían sus capullos para mostrar sus lindos colores.
Pero, un momento ¿qué pasa?, se están peleando, vamos a ver qué ocurre.
‐Miren, yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa. Mi rojo es brillante y mi corazón negro
como el carbón ‐ dijo la amapola.
‐Yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son blanquitos y mi corazón amarillo‐dijo la margarita.
‐De eso nada, la más fresca, hermosa y olorosa soy yo ‐ dijo la rosa; mis pétalos son rosas y mi corazón también.
‐¡Basta! ‐ gritó el sol ‐ no se peleen más, todas son igual de hermosas, frescas y olorosas.
‐No señor sol, estás equivocado porque yo sí que soy hermosa, fresca y olorosa, mis pétalos son morados y mi corazón blanquito.‐ dijo la violeta.
‐No me gusta que se peleen ‐repitió el sol.
Pero no le hacían caso, se estaban enojando mucho y él no entendía por qué. Todas eran hermosas, frescas y olorosas, aunque de diferentes colores y formas. Algo tenía que hacer. Pensó y pensó y al fin se le ocurrió. Llamó a su amiga la luna:
‐ Luna, lunera, cascabelera – gritó el sol. Y la luna llegó y delante del sol se le colocó.
‐ ¿Qué pasa? ‐ dijo la rosa.
‐ No veo nada, gritó el clavel.
‐ Miren alrededor, amigas, ¿qué es lo que ven? ‐dijo el sol.
No se veía nada, en la oscuridad no se distinguían los colores y parecían todas iguales.
‐ ¡Qué tontas que fuimos! – Dijeron todas las flores a la vez.
No nos volveremos a pelear, porque aunque tenemos colores diferentes todas somos hermosas, frescas y olorosas.
Presentamos imágenes de las diferentes flores mencionadas en el cuento; observamos las diferencias de cada una y las valoramos en sus características propias.
¡Qué linda es! ¡Tiene un precioso color! ¡Es de una forma muy rara!
Nos dividimos en equipos de a cinco participantes. A cada equipo se le asigna un color y una de las flores del cuento.
Extendemos en la pared el papel afiche verde, como si fuera un campo cubierto de césped. Cada grupo mancha sus manos en la pintura del color asignado a su grupo y las estampa en el papel.
Cierre:
Contemplamos juntos la belleza del paisaje que creamos con el aporte de todos.
Las flores son diferentes en sus colores, formas y aromas; pero todas son muy hermosas y juntas conviven en el mismo paisaje, regalándonos la belleza de sus colores y aromas. Todos nosotros también somos diferentes: cada uno tiene diferencias en su aspecto físico y en su manera de ser. Pero todos tenemos una belleza especial que nos hace únicos y embellece a todo el grupo.